"La Fotografía del Invernadero" ( "Nadar" GASPARD-FÉLIX TOURNACHON 1820 -1910) ... es la foto que aparece en el libro "La Cámara Lúcida" donde Barthes habla de una foto suya que no desea mostrar y se refiere a la de "Nadar" como una de las fotografías más bellas del mundo. Barthes hace una diferenciación entre "foto" y "fotografía" considerando las "fotos" aquellas en las que se verifica esa "esencia de la fotografía" que es el alma de su discurso en dicho libro.
Algo así como una esencia de la fotografía flotaba en aquella foto en particular. Decidí entonces "sacar" toda la Fotografía (su "naturaleza") de la única foto que existía seguramente para mí y tomarla en cierto modo como guía de mi última búsqueda. Todas las fotografías del mundo formaban un Laberinto. Yo sabía que en el centro de ese Laberinto sólo encontraría esa única foto, verificándose la frase de Nietzsche: "Un hombre laberíntico jamás busaca la verdad, sino únicamente su Ariadna". La Foto del Invernadero era mi Ariadna, no tanto porque me permitiría descubrir algo secreto (monstruo o tesoro), sino porque me diría de qué estaba hecho ese hilo que me atraía hacia la fotografía. Había comprendido que de ahora en adelante sería preciso interrogar lo evidente de la fotografía no ya desde el punto de vista del placer, sino en relación con lo que llamaríamos románticamente el amor y la muerte.
(No puedo mostrar la Foto del Invernadero. Esta foto sólo existe para mí solo. Para vosotros sólo sería una foto indistinta, una de las mil manifestaciones de lo "cualquiera"; no puedo constituir en modo alguno el objeto visible de una ciencia; no puede fundamentar objetividad alguna, en el sentido positivo del término; a lo sumo podría interesar a vuestro studium: época, vestidos, fotogenia: no abriría en vosotros herida alguna).
Podrías caer sobre mí como un cortejo de sombras,
encaramarte a mi cara y moldear con este rictus
una plegaria,
someterme a tu vieja voluntad,
descolgarte por mis nervios
en pirámides interminables.
Podrías llegar a vislumbrar
la congoja de ser inapelable,
esconderte en el último alegato
de los que no tienen perdón,
urdir ejércitos de polvo como un héroe demente.
Puedes hacerte o deshacerte
como un ídolo de barro:
no existes ya.
Podría construirte un arrebato,
una vacilación,
una vida que acate tu desaparición
y te deponga...
Pero prefiero que seas el bárbaro soporte
de un universo falible,
la pena cosida de tus pies,
la violencia de tu serenidad
y tu evidencia.
A ti la dama, la audaz melancolía
que con grito solitario
hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio
Tú, que atormentas mis noches
cuando no sé que camino de mi vida tomar
Te he pagado cien veces mi deuda.
De las brasas del ensueño,
solo me quedan las cenizas de una sombra
de la mentira que tú misma me habías obligado a oír
Y la blanca plenitud no era como el viejo interludio
y sí una morena de finos tobillos
que me clavo la pena de un pecho punzante
en el que creí,
y que no me dejo mas que el remordimiento
de haber visto nacer la luz
sobre mi soledad.
El Domador
Fragmentos
“Vivo aquí
en el barrio de Mile-end
en Montreal, Canadá.
Todos creen que soy canadiense-francés
“Porque sueño” dice Leo, “no lo estoy”.
“Porque sueño” “no lo estoy”.
Los que no creen más que en su propia verdad
me llaman Leo Lozeau….
….Dicen que es mi padre
Pero yo sé que no soy su hijo
Porque ese hombre está loco
Y yo no…”
“….Léolo! Mi nombre es Léolo…”
“… Lo único que le pido a un libro es que me inspire inteligencia y valor, que me diga que hay más vida de la que puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar….”
“….El domador cree que las imágenes y las palabras deben mezclarse en las cenizas de los versos, para renacer en la imaginación de los hombres….”
“…. Desde aquel día el miedo dio a mi hermano una razón de ser….”
“…. Así nunca más Fernan tendrá miedo de nadie!!! Cuando mi hermano sea una montaña… yo tampoco tendré miedo. Podré ir por todas las callejuelas de la tierra, a decir a todos ‘los mierdas’ de este mundo, lo que pienso de ellos. Ay de aquellos, que no inclinen la cabeza a nuestro paso. Hasta los árabes y los judíos tendrán miedo de mí, de lo alto que estaré, sobre los hombros de mi hermano…”.
“….Recuerdo que no me asusté y que soñé con la hermosura del tesoro… a lo mejor porque ya estaba muerto….”
“…Bastaba con que me pusiera a leer o escribir
para que Bianca viniera a cantar para mí.
El domador tenía razón
había un secreto en las palabras engarzadas…”
no de mi lámpara de sombra de mi paso de galgo El viento en el talón del oro el viento en el brocal del pozo el viento fuera dentro no hay quien se escuche
Hablo de ti Una muchedumbre responde Hormigas sin voz sin gritos Y sin embargo el silencio mata como la muerte el silencio reina sólo por nacer
Hablo de ti y no eres no has existido nunca Respondes a mis preguntas La araña choca contra el aliento de los monstruos contra la aguja de los vestidos apurados por terminar El toro incendia el ruedo donde el rey mendiga su reino mancha de sangre zócalo de dolor La más alta no eres tú Todos los hilos de tus pupilas anudados al sol El mundo se despoja y la frente del hombre aúlla en el centro Sólo tú columna de cenizas con brazaletes de jade y la cinta roja de lirios carcomidos en las raíces y el turbante de islas desconocidas que te peina
Hablo de ti de tus pechos en vanguardia de las praderas del agua clara de tus pechos adormecidos y de las orillas que ahoga
Hablo del espejo de tus ojos secretos todas las centinelas de la desesperanza todas las barrenas de la vertiente embalsamada La calle se vacía la estampida se estropea
Hablo de quien no conozco de quien conoceré sólo las palabras para ti muñecas desfiguradas
Aquí nadie ibis del sueño mortinato mariposa arrancada a la yedra
Nadie sólo el cobre anduvo de capa caída
Nadie sólo la escarcha del metal de las penas
Nadie sólo el imperio de los espectros inconfesables sombrilla de saliva para sapos
Nadie sólo la noche prisionera lamentándose sin cesar y escupiendo los lobos
Nadie Y surges despacio seguramente como la roca con pelos de lana como el pájaro con pico de pluma y el mar te lava
Nadie Hablo para tu piel salada para el sueño de tu piel morena noche en la noche para tu piel tatuada al infinito
Nadie Nada más que una plancha de carne borracha de su frigidez que las olas se llevan que de nuca en nuca de agua ruda viaja en la muerte
Nadie Nada más que la que encuentras al pasar y saludas indiferentemente
Hablo para los racimos de ojos verdes pegados en las ventanas para la colina de polvo que el viento saquea
Nadie alrededor Nada más que un nombre la necesidad contenida de darte un nombre de viña o de lava
Nada sólo la luna ardiendo de algunas letras encima del mundo
Sangre en nuestras manos callosas sangre sobre el hombro del búho sangre sobre las mejillas redondas de la primavera Nada sólo la armonía de la sangre sobre nuestros labios reunidos
Hablo sin razón en los pasillos de las casas acosadas de cisnes sobre la terraza abrumada de los palacios de pie contra el tiempo
Caballeros de antiguo broche de náufragos sobre vuestras monturas de polvo sonoro El corazón ahí late firmemente en la amada que se acerca Caballeros de las regiones bajas desgarrando de un salto el espacio
Nada sólo el día con rayas de tormentosa siembra
Nada sólo el atractivo del día sobre una sombra sepultada
Nada sólo tu sonrisa serpiente de paja sólo tu nombre prestado terciopelo de las ciudades
Al sonido de las lejanas cataratas A la llamada apremiante de las azucenas embrujadas peces de vellones glaucos Nada sólo la fuente de las jaurías engendradas
Nada sólo la caída del fuego sobre una semilla de cristal La rosa de hierro aletea en el delirio consumido después de nosotros después de ti
Tragaluces nos conocemos mal o no nos conocemos La mano desnuda está de prueba tendida como para rendirse El paisaje no tiene pudor
Hablo para las primeras cerezas azoradas para las estaciones de perifollos al final de los naufragios para las imágenes de plomo de las bailarinas partidas en dos
Hablo para la linde de los remos pesados en el cuerpo
Oh te quiero hija de fuente demente hermana de agua salpicada mi sed nada sobre mis venas cruel a fuerza de pisarte los talones fiel sed de condenado
Hablo para el arroyo con frente de piedra para el cráter para el moreno de los montes para la envidia con traje de pavo real para no perderte más mi amor
Hablo para la meseta de las banderas para la cala con ollares de maleza todas las conchas y toda la arena de las barquillas para no perderte más mi amor
Hablo para la rosa salvaje de las lluvias para el pararrayos de los sauces para las lágrimas de las emigrantes golpeadas para no perderte más mi amor
Hablo para la explanada de las colmenas para el dormitorio lleno de águilas para el mantel de servidumbre gris para no perderte más mi amor
para no dejarte más mi amor hablo hablo hablo para la mosca para la corteza de los pinos para la pizarra de las algas para el viento en el mar mi amor
para la sal en las aletas mi amor para el tomate para el barro fibroso de los magos para la veleta con alegrías de bufanda para una página blanca para la duración del gesto para nada mi amor
Nada sólo para distraerte
Nada sólo para gustarte
Nada sólo para clavarte viva a mi lado
Nada sólo para poblar tu recuerdo por la sombra que sube de la tierra Por el cielo que se desespera Por mi corazón mi amor Por mis brazos a causa de mi boca
Sólo una vez
Sólo un segundo
Por el viento que te habita
Por la sangre que te agita
Por el tiempo que te apura
Oh paciente espera El día está al alcance de nuestros dedos el sol muerde Por mi amor por la red deslumbrante de mi amor echada esta noche sobre elmundo
(Poeta francés nacido en El Cairo-1912) Traducción: Clémence Loonis y Claire Deloupy