Antonio Porchia, "VOCES"
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GRAFFITIS EN MADRID MADRID

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Estranha forma de vida -Dulce Pontes- -Amália Rodrigues-

La Foto del Invernadero



ENRIQUE MOLINA

ENRIQUE MOLINA
Dalí, "El Puente Roto Y El Sueño"

La Foto del Invernadero

Jascha Heifetz

viernes, 11 de febrero de 2011

"La Foto del Invernadero", Texto de Roland Barthes en "La Cámara Lúcida"

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"La Foto del Invernadero",

Texto de Roland Barthes

en

"La Cámara Lúcida"







"La Fotografía del Invernadero" ( "Nadar" GASPARD-FÉLIX TOURNACHON 1820 -1910) ... es la foto que aparece en el libro "La Cámara Lúcida" donde Barthes habla de una foto suya que no desea mostrar y se refiere a la de "Nadar" como una de las fotografías más bellas del mundo. Barthes hace una diferenciación entre "foto" y "fotografía" considerando las "fotos" aquellas en las que se verifica esa "esencia de la fotografía" que es el alma de su discurso en dicho libro.










...PRESENTACIÓN...




Algo así como una esencia de la fotografía flotaba en aquella foto en particular. Decidí entonces "sacar" toda la Fotografía (su "naturaleza") de la única foto que existía seguramente para mí y tomarla en cierto modo como guía de mi última búsqueda. Todas las fotografías del mundo formaban un Laberinto. Yo sabía que en el centro de ese Laberinto sólo encontraría esa única foto, verificándose la frase de Nietzsche: "Un hombre laberíntico jamás busaca la verdad, sino únicamente su Ariadna". La Foto del Invernadero era mi Ariadna, no tanto porque me permitiría descubrir algo secreto (monstruo o tesoro), sino porque me diría de qué estaba hecho ese hilo que me atraía hacia la fotografía. Había comprendido que de ahora en adelante sería preciso interrogar lo evidente de la fotografía no ya desde el punto de vista del placer, sino en relación con lo que llamaríamos románticamente el amor y la muerte.

(No puedo mostrar la Foto del Invernadero. Esta foto sólo existe para mí solo. Para vosotros sólo sería una foto indistinta, una de las mil manifestaciones de lo "cualquiera"; no puedo constituir en modo alguno el objeto visible de una ciencia; no puede fundamentar objetividad alguna, en el sentido positivo del término; a lo sumo podría interesar a vuestro studium: época, vestidos, fotogenia: no abriría en vosotros herida alguna).








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miércoles, 29 de diciembre de 2010

“EL MITO”

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“EL MITO”








Podrías caer sobre mí como un cortejo de sombras,
encaramarte a mi cara y moldear con este rictus
una plegaria,
someterme a tu vieja voluntad,
descolgarte por mis nervios
en pirámides interminables.
Podrías llegar a vislumbrar
la congoja de ser inapelable,
esconderte en el último alegato
de los que no tienen perdón,
urdir ejércitos de polvo como un héroe demente.



Puedes hacerte o deshacerte
como un ídolo de barro:
no existes ya.



Podría construirte un arrebato,
una vacilación,
una vida que acate tu desaparición
y te deponga...
Pero prefiero que seas el bárbaro soporte
de un universo falible,
la pena cosida de tus pies,
la violencia de tu serenidad
y tu evidencia.












en "A Golpe de Lluvia"






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lunes, 7 de diciembre de 2009

Enanitos Verdes- Lamento Boliviano /// Soda Stereo - Ciudad de la Furia (Ultimo Concierto Chile)






Enanitos Verdes- Lamento Boliviano









Soda Stereo - Ciudad de la Furia (Ultimo Concierto Chile)

















miércoles, 2 de septiembre de 2009

Leolo

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L'Avalée des avalés,
Réjean Ducharme (En Léolo)









L'Avalée des avalés



A ti la dama, la audaz melancolía
que con grito solitario
hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio
Tú, que atormentas mis noches
cuando no sé que camino de mi vida tomar
Te he pagado cien veces mi deuda.

De las brasas del ensueño,
solo me quedan las cenizas de una sombra
de la mentira que tú misma me habías obligado a oír

Y la blanca plenitud no era como el viejo interludio
y sí una morena de finos tobillos
que me clavo la pena de un pecho punzante
en el que creí,
y que no me dejo mas que el remordimiento
de haber visto nacer la luz
sobre mi soledad.



El Domador








Fragmentos



“Vivo aquí
en el barrio de Mile-end
en Montreal, Canadá.
Todos creen que soy canadiense-francés
“Porque sueño” dice Leo, “no lo estoy”.
“Porque sueño” “no lo estoy”.
Los que no creen más que en su propia verdad
me llaman Leo Lozeau….
….Dicen que es mi padre
Pero yo sé que no soy su hijo
Porque ese hombre está loco
Y yo no…”
“….Léolo! Mi nombre es Léolo…”
“… Lo único que le pido a un libro es que me inspire inteligencia y valor, que me diga que hay más vida de la que puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar….”
“….El domador cree que las imágenes y las palabras deben mezclarse en las cenizas de los versos, para renacer en la imaginación de los hombres….”
“…. Desde aquel día el miedo dio a mi hermano una razón de ser….”
“…. Así nunca más Fernan tendrá miedo de nadie!!! Cuando mi hermano sea una montaña… yo tampoco tendré miedo. Podré ir por todas las callejuelas de la tierra, a decir a todos ‘los mierdas’ de este mundo, lo que pienso de ellos. Ay de aquellos, que no inclinen la cabeza a nuestro paso. Hasta los árabes y los judíos tendrán miedo de mí, de lo alto que estaré, sobre los hombros de mi hermano…”.
“….Recuerdo que no me asusté y que soñé con la hermosura del tesoro… a lo mejor porque ya estaba muerto….”
“…Bastaba con que me pusiera a leer o escribir
para que Bianca viniera a cantar para mí.
El domador tenía razón
había un secreto en las palabras engarzadas…”



Leolo (Canción de Bianca)









A ti la dama









Italia










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lunes, 10 de agosto de 2009

EL FONDO DEL AGUA










Marc Chagall

EDMOND JABÉS
EL FONDO DEL AGUA

1946




Hablo de ti
no de mi lámpara de sombra
de mi paso de galgo
El viento en el talón del oro
el viento en el brocal del pozo
el viento fuera dentro
no hay quien se escuche
Hablo de ti
Una muchedumbre responde
Hormigas sin voz sin gritos
Y sin embargo
el silencio mata como la muerte
el silencio reina sólo por nacer
Hablo de ti
y no eres no has existido nunca
Respondes a mis preguntas
La araña choca contra el aliento de los monstruos
contra la aguja de los vestidos apurados por terminar
El toro incendia el ruedo
donde el rey mendiga su reino
mancha de sangre zócalo de dolor
La más alta no eres tú
Todos los hilos de tus pupilas
anudados al sol
El mundo se despoja
y la frente del hombre aúlla en el centro
Sólo tú columna de cenizas con brazaletes de jade
y la cinta roja de lirios carcomidos en las raíces
y el turbante de islas desconocidas que te peina
Hablo de ti
de tus pechos en vanguardia de las praderas
del agua clara de tus pechos adormecidos
y de las orillas que ahoga
Hablo
del espejo de tus ojos secretos
todas las centinelas de la desesperanza
todas las barrenas de la vertiente embalsamada
La calle se vacía la estampida se estropea
Hablo de quien no conozco
de quien conoceré sólo las palabras
para ti muñecas desfiguradas
Aquí nadie
ibis del sueño mortinato
mariposa arrancada a la yedra
Nadie
sólo el cobre anduvo de capa caída
Nadie
sólo la escarcha del metal de las penas
Nadie
sólo el imperio de los espectros inconfesables
sombrilla de saliva para sapos
Nadie
sólo la noche prisionera lamentándose
sin cesar y escupiendo los lobos
Nadie
Y surges despacio seguramente
como la roca con pelos de lana
como el pájaro con pico de pluma
y el mar te lava
Nadie
Hablo para tu piel salada
para el sueño de tu piel morena
noche en la noche
para tu piel tatuada al infinito
Nadie
Nada más que una plancha de carne borracha
de su frigidez que las olas se llevan
que de nuca en nuca de agua ruda
viaja en la muerte
Nadie
Nada más que la que encuentras
al pasar y saludas indiferentemente
Hablo
para los racimos de ojos verdes
pegados en las ventanas
para la colina de polvo
que el viento saquea
Nadie
alrededor
Nada más que un nombre
la necesidad contenida de darte un nombre
de viña o de lava
Nada
sólo la luna ardiendo de algunas letras
encima del mundo
Sangre en nuestras manos callosas
sangre sobre el hombro del búho
sangre sobre las mejillas redondas de la primavera
Nada
sólo la armonía de la sangre sobre nuestros labios reunidos
Hablo sin razón
en los pasillos de las casas
acosadas de cisnes
sobre la terraza abrumada de los palacios
de pie contra el tiempo
Caballeros de antiguo broche de náufragos
sobre vuestras monturas de polvo sonoro
El corazón ahí late firmemente
en la amada que se acerca
Caballeros de las regiones bajas
desgarrando de un salto el espacio
Nada
sólo el día con rayas de tormentosa siembra
Nada
sólo el atractivo del día sobre una sombra sepultada
Nada
sólo tu sonrisa serpiente de paja
sólo tu nombre prestado terciopelo de las ciudades
Al sonido
de las lejanas cataratas
A la llamada apremiante
de las azucenas embrujadas
peces de vellones glaucos
Nada
sólo la fuente de las jaurías engendradas
Nada
sólo la caída del fuego
sobre una semilla de cristal
La rosa de hierro aletea
en el delirio consumido
después de nosotros después de ti
Tragaluces nos conocemos mal o no nos conocemos
La mano desnuda está de prueba
tendida como para rendirse
El paisaje no tiene pudor
Hablo
para las primeras cerezas azoradas
para las estaciones de perifollos al final de los naufragios
para las imágenes de plomo de las bailarinas partidas en dos
Hablo
para la linde de los remos pesados en el cuerpo
Oh te quiero
hija de fuente demente
hermana de agua salpicada
mi sed nada sobre mis venas
cruel a fuerza de pisarte los talones
fiel sed de condenado
Hablo para el arroyo con frente de piedra
para el cráter para el moreno de los montes
para la envidia con traje de pavo real
para no perderte más mi amor
Hablo para la meseta de las banderas
para la cala con ollares de maleza
todas las conchas y toda la arena de las barquillas
para no perderte más mi amor
Hablo para la rosa salvaje de las lluvias
para el pararrayos de los sauces
para las lágrimas de las emigrantes golpeadas
para no perderte más mi amor
Hablo para la explanada de las colmenas
para el dormitorio lleno de águilas
para el mantel de servidumbre gris
para no perderte más mi amor
para no dejarte más mi amor
hablo hablo hablo para la mosca
para la corteza de los pinos para la pizarra de las algas
para el viento en el mar mi amor
para la sal en las aletas mi amor
para el tomate para el barro fibroso de los magos
para la veleta con alegrías de bufanda para una página
blanca para la duración del gesto para nada mi amor
Nada
sólo para distraerte
Nada
sólo para gustarte
Nada
sólo para clavarte viva
a mi lado
Nada sólo para poblar tu recuerdo
por la sombra que sube de la tierra
Por el cielo que se desespera
Por mi corazón mi amor
Por mis brazos a causa de mi boca
Sólo
una vez
Sólo
un segundo
Por el viento
que te habita
Por la sangre
que te agita
Por el tiempo
que te apura
Oh paciente espera
El día está al alcance de nuestros dedos el sol muerde
Por mi amor por
la red deslumbrante de mi amor
echada esta noche sobre el
mundo




(Poeta francés nacido en El Cairo-1912)
Traducción: Clémence Loonis y Claire Deloupy

















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